La letra “o” es una mierda…
Siempre hay elecciones en la vida, desde niños ya las padecemos y suelen ser dicotómicas, ¿teta o siesta?, ¿te hiciste o te duele la panza?, ¿comes helado o golosinas?, ¿te quedas con los abuelos o venís a casa?, ¿salís a jugar al futbol o a pasear en bicicleta?, ¿cole a la mañana o a la tarde?, ¿café con leche o te?, ¿la fiesta de 15 o el viaje?, ¿sos adulto o un nene?, ¿estudias o trabajas?, ¿la rubia o la morocha?, ¿vino o cerveza?, ¿colectivo o taxi?, ¿la linda o la simpática?, ¿moto o auto?, ¿asado o vacío?, ¿empleado o empleador?, ¿casa o departamento?, ¿alquilas o compras?, ¿la playa o la montaña?, ¿desarrollo profesional o personal?, ¿materialista o espiritual?, ¿tenes idea de lo que estas escribiendo o sos boludo?…Baaaasssstaaaa….!!!!
En muchos de estos ejemplos, pero sobretodo en otros tantos que no escribí no siempre es necesario elegir, a veces pueden suceder ambas cosas, -para mí puntualmente esto es válido en el último ejemplo. Muchas otras tantas veces hay más de dos opciones, no todo es binario, -y eso que cada vez hay más cosas binarias, pero en la vida real hay matices, negros, blancos y muchos grises. (lo puse porque rima).
Es sano […] soy muy obsesivo de las palabras y estoy obsesionado hace unos años con la “Y” griega por eso yo “chancho y glamoroso” porque uno “es bueno y es malo”, uno “odia y ama”, uno puede “ser infiel y querer quedarse con esa persona toda la vida”, uno puede “estar aburridisimo y al mismo no querer irse en ese lugar”, yo creo que el secreto de la sabiduría de la vida es saber combinar esas cosas, la “o” es inconveniente porque te acorrala […] te hace decidir y a veces no hay que decidir, optar por una cosa, aveces uno quiere las dos cosas y no esta mal querer las dos cosas…
Fernando Peña
La “o” es excluyente siempre deja algo o a alguien afuera. En cambio la letra “Y”, -que la escribí en mayúscula adhiriendo a la idea de Fernando Peña. Decía, la letra “Y” es inclusiva, siempre suma, no deja nada ni nadie afuera. Es entendible, sobretodo en los tiempos de mi generación en donde reinaba el paradigma de la economía de la escasez, no quedaba otra que elegir. No se podía hacer todas las cosas y había que elegir si o sí por una u otra opción, mucho más que en la época actual.
Ahora, según los expertos en la temática, estamos bajo un modelo de la economía de la abundancia, basada en el conocimiento, promovida y sustentada por la tecnología y no cualquier tecnología, una tecnología interconectada a nivel mundial. Una época en donde todo se informatizó, se digitalizó, permitiendo la propagación de ideas basadas en la velocidad y agilidad de la reproducción digital. Es por eso que la generación Y eliminó la “o” de la exclusión de mi generación y la reemplazó por la “Y” de la inclusión.
Bien por ellos…! ¿o por nosotros?. Bueno, por ellos Y por nosotros, ahora sí…!!!
