Juego, simulación y prototipos

Uno de los conceptos más dificiles de comprender y utilizar dentro del diseño centrado en las personas, es el de prototipos. La estrategia para facilitar su comprención es la de hacer analogías con conceptos cotidianos.

@mavromou
8 min readFeb 20, 2022
Usar prototipos es como jugar, simular “haciendo como si” y usando juguetes que “hace las veces de”

Si entendemos por prototipo un concepto que “hace las veces de” producto o servicio que queremos probar, y además sabemos que al usarlos en realidad estamos “haciendo como si” estuvieramos usando el diseño final de un producto o servicio, entonces no vamos a tardar en darnos cuenta que usamos prototipos todo el tiempo y desde hace mucho tiempo.

El juego y la simulación

Jugar a ser bombero, doctor o policía puede verse como usar prototipos. Si consideramos que en esos juegos de rol usamos juguetes (por ejemplo un estetoscopio de plástico que “hace las veces de” estetoscopio real) de manera tal que nos permita “hacer como si” fueramos doctores de verdad. Estamos simulando hacer algo e interactuando con elementos que son muy parecidos, que nos sirven para jugar, pero que no son el verdadero elemento, así como tampoco desempeñamos el verdadero rol.

Bajo esta concepción de prototipo como juego o simulación rápidamente podemos ver que simulamos muchas cosas todo el tiempo, no hace falta recordar cuando eramos niños. Si queremos invitar a cenar a alguien, quizá simulemos en nuestra cabeza cómo disponer la mesa, qué comida preparar y cómo la elabroamos y servimos, qué música usamos para crear un ambiente relajado, etc., como si fuera un ensayo imaginario. Los ensayos reales también son una especie de prototipos, los ensayos teatrales o los que se hacen antes de una boda.

Particularmente uso mucho el ensayo mental o la simulación usando mi imaginación. Antes de dar una clase, me imagino cómo arrancar rompiendo el hielo con una pregungta o actividad provocativa, supongo que preguntas o reacciones tienen los estudiantes, cómo voy a contestar, y así hay una simulación de la clase, que no es la clase, pero al simularla sirve para darnos cuenta si va a funcionar o no (yo lo hago todo el tiempo).

Ejemplos como este hay un montón, uno de los más famosos es el de Nikola Tesla que se imaginaba armando equipos en su cabeza, probandolos, -a vececs estos equipos tenían fallas en su imaginación- y él las analizaba y reparaba sin tocar un destornillador. Cuando todo funcionaba bien en su cabeza, ahi recien construia el equipo. Otro ejemplo es el de Michael Phelps en una competencia se le llenaron las antiparras de agua, no podia ver, pero ganó igualmente gracias a su entrenamiento nadando a oscuras y realizando la visualización de lo que hacía como si “reprodujera un video” en su imaginación, es decir, una simulación de ver su práctica, otra vez algo así como usar un prototipo.

Uso de prototipos para diseñar productos y servicios

Ahora, cuando queremos usar prototipos con un propósito específico, como por ejemplo, diseñar productos y/o servicios para que las personas los usen, debemos considerar algunas cuestiones importantes para que este uso sea efectivo. Es decir, crearlo para validar el concepto y luego hacer el diseño final para que este, a su vez, sea adoptado por las personas para las cuales fue diseñado, convirtiendose así en una innovación. Lo que se conoce como diseño centrado en las personas.

Para eso voy a brindar un ejemplo que surgió de una ocurrencia humoristica mientras estaba explicando el concepto de prototipo en clase. Se me ocurrió diseñar “un mate apto para pandemia”. Es decir, un mate con cuatro bombillas para que cada persona tome de una bombilla distinta en lugar de que cada persona tenga un mate diferente con su propia bombilla (tal como se toma mate en pandemia).

Prototipo del mate apto para pandemia

¿Y qué demonios es un mate?

Si no conoces qué es un mate, no es nada dificil de explicar, es una bebida que resulta de la infusión de la yerba mate y agua caliente (tipocamente entre 70 y 80 °C), el recipiente en donde se toma, también se llama mate y se usa con una única bombilla (y no cuatro como muestra la imagen) que es un elemento que se usa a modo de sorbete o popote de metal para tomar la infusión. En una “mateada” tradicional todas las personas toman de la misma bombilla -lo que hace medio dificil de que alguien que no posee esta costumbre la adopte o acepte rapidamente, y mucho menos en pandemia-.

Esta bebida es una constumbre tipica de muchos paises de america del sur y como muchas constumbres va más allá del hecho de hidratarse, desayunar o merendar, tomar mate con otras personas implica una especie de socialización. Con la llegada de la pandemia el “compartir un mate” resultó ser prohibitivo por cuestiones de contagio. Entonces, durate la pandemia se matuvo esa costumbre con la siguiente adaptación: cada uno tiene su mate (recipiente) y su bombilla (popote — sorbete). Claro esto cambia algnuos aspectos de esta costumbre.

Partir de la observación de un problema

En este caso -y siempre es recomendable- que la propuesta para diseñar productos y servicios que pretendan convertirse en una innovación surja de la observación de un problema (también podemos detectar una oportunidad pero ahora vamos a centrarnos en este problema). En este caso, el problema que observamos podría definirse con una pregunta del tipo “¿Como podríamos…” -que es muy favorable para pensar creativamente porque es abierta. Así que nuestro problema sería algo así ¿Cómo podríamos mantener lo más fiel posible la costumbre tradicional de tomar mate en epocas de pandemia?

Lo que proponemos es un mate “apto para pandemia” y tal como muestra la imagen, no es “la solución” al problema planteado, sino que es un prototipo que usamos para simular su uso y comprender cuáles son los aspectos a mejorar para diseñar una solución.

¿Y ahora qué?

Otro de los aspectos difíciles para aprender cuando uno utiliza el pensamiento creativo para diseñar productos y servicios, es desidentificarnos con nuestras ideas. La situación es la siguiente, esta idea del mate “apto para pandemia” es mia y la comunico a mis estudiantes para que ellos interactuen con este prototipo y puedan criticar, proponer y realizar distintas acciones que conduzcan hacia el diseño final del producto. La idea es promover que surjan las críticas sin que ellos piensen que me estan criticando a mí y que a su vez yo no me tome como propias las criticas a mis ideas.

Lo hago así porque considero que la mejor manera de entrenar esta desidentificación con las ideas tiene que empezar por uno mismo. ¿Por qué es importante practicar esto para la creatividad? Porque en las dinámicas de equipo en donde pretendemos construir distintos productos y servicios no podemos darnos el lujo de enojarnos cuando otras personas critican nuestras ideas, ni ellos autocensurarse porque piensen que con sus críticas nos van a ofender. Si estamos muy apegados a nuestras ideas, vamos a tomar las críticas a nuestra idea como propias y esto es perjudicial para la creatividad.

Así que, en una primera práctica el profesor es el que debe mosrar cómo separarse de su idea, permitiendo (y sobre todo fomentando) que la critiquen mostrando que su persona no se ve afectada por esas críticas. Es decir, el profesor es una cosa y la idea de mate “apto para pandemia” es otra. Una crítica a esta idea no es una crítica al profesor. Y lo más importante que este concepto se debe aplicar para cualquier persona que tenga una idea y/o quiere hacer una crítica.

¿Cómo surjen las críticas?

La idea es simular que los estudiantes estan usando este mate “apto para pandemia” con cuatro bombillas. Y a partir de esa simulación ver cuáles son los problemas que surgen. En un curso de muchas personas, una de las primeras cuestiones que pueden surgir es la cantidad de las personas que toman mate son más de cuatro. Entonces, aparece la primera crítica…

Este mate solo sirve para cuatro personas…!!!

Otras críticas que pueden descubrirse interactuando con el prototipo son:

Cuando alguien toma de una bombilla el agua que toca la boca de la persona podría volver a entrar en el mate.

A veces no me acuerdo cual era mi bombilla y tomo de otra.

Si somos cuatro tomando y alguien se quiere sumar no puede poner su bombilla porque no entra.

Me veo muy ñoño usando este mate.

Mientras estoy tomando de mi bombilla las otras me raspan la cara.

En realidad yo no veo ningún problema en que cada uno use su propio mate.

¿Qué tiene de especial este mate si podría usar más de una bombilla en el mate que ya tengo?

Como vemos está claro que como producto final esta propuesta tiene muchas falencias. La idea es ir solucionando cada una de estas críticas que surgen en la simulación del uso del prototipo o de la interaccion prototipo-persona para poder aprender cómo diseñar mejor el producto, quizá ni siquiera sea ese el producto, quizá sólo debamos diseñar bombillas especiales para cualquier mate y no un mate especial. Esa es la esencia del prototipo, su función principal es que permita comprender cómo las personas acceden, usan y se relacionan con el produto o servicio de manera de ver como satisfacen sus necesidades con ese prototipo, ya sea con una simulación o con una interacción.

Problemas tecnológicos y problemas funcionales

A cada problema detectado a través de las críticas del prototipo podemos clasificarlo como “tecnológico” o como “funcional”. Un problema tecnológico está relacionado con la invención, es decir, con aquello que soluciona el problema desde el punto de vista físico. El problema ¿Cómo hago para que el agua que toca la boca de la persona no vuelta a entrar en el mate? es un problema tecnológico, porque “se pelea” con los límites que pone la ciencia, en este caso, cómo hacer para que un fluido dentro de un tubo solamente circule en un único sentido.

Los problemas funcionales por otro lado “se pelean” con las personas, podemos ver claramente que el problema ¿Cómo evitamos que alguien se sienta “muy ñoño” usando este mate, no es tecnológico. De la misma manera, si muchas personas no perciben como un problema que cada uno use su propio mate, este aspecto resulta ser propio de los usos y las costumbres de las personas, es decir de “cómo funciona la costumbre” y otra véz no es un problema tecnológico.

Ambos tipos de problemas son importantes, lo interesante de identificarlos es que permite darse cuenta que el hecho de que se resuelvan todos los problemas tecnológicos no impplica que el producto sea necesario o deseable. Es decir, podemos solucionar el problema tecnológico incluyendo dentro de cada bombilla sistema que únicamente permita pasar el agua en un sólo sentido pero eso no soluciona que las personas se sientan “ñoñas” usando un mate con cuatro bombillas.

Así que para que este producto (y cualquier otro) tenga posibilidades de convertirse en innovación primero tiene que ser adoptado por la sociedad, y para ello debe ser percibido como valioso, y para ello debe cubrir una necesidad un deseo, mitigar una frustración y/o facilitar una tarea. Para que esto último ocurra no alcanza con resolver aspectos tecnológicos, sino también se deben resolver los problemas funcionales.

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@mavromou

Me llamo Hernan, soy profesor universitario porque me gusta aprender, y la mejor forma de aprender es enseñar. #Creatividad #Humor #Innovación #Emprendedorismo