¿Es necesario ser original para ser creativo?

@mavromou
8 min readMar 25, 2021

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La originalidad es uno de los componentes claves de la creatividad, ¿o no? Bueno, lo que podemos decir es que aparece en diferentes teorías, modelos y definiciones. Pero, ¿de qué estamos hablando cuando decimos que algo es original? y en tal caso ¿Es necesario ser original para ser creativo?

Riverside View of Splendor, by Zhang Daqian.

La mirada occidental

Las definiciones y etimologías de este lado del mundo (occidental), hacen referencia a que el término origen viene del latín origo (comienzo), originis, derivado de oririsalir (los astros)”, “ser oriundo”. A la misma familia etimológica latina pertenecen aborigen y oriente.

Es interesante ver que el concepto de origen, se encuentra asociado con el concepto de comienzo, con el lugar en donde “sale el sol”, y de donde uno es oriundo, es decir donde naciste o en otros términos en donde te originaste.

Si lo miramos desde el punto de vista científico en vez de etimológico, el origen por ejemplo en matemática refiere al punto de intersección de los ejes de coordenadas, en un espacio de dos dimensiones es el punto (0,0) (cero, cero), el comienzo. En física el concepto más relevante en relación con el origen es el comienzo del universo, asociado al Big Bang.

¿Qué pasa con la originalidad en la creatividad?

En la antigüedad existía un personaje mitológico griego muy simpático que dió origen a todo lo que existe, se llama Demiurgo (en griego Δημιουργός) que se pronuncia Dimiurgós. Esta voz es el origen del actual concepto de creatividad en griego, δημιουργικότητα, que se pronuncia dimiurgótita. La traducción literal de la voz moderna es arquitecto, y el rol de la entidad Demiurgo, que era cómo una especie de Dios benévolo, era el creador también el termino refiere a trabajador público, alguien que buscaba el bien común. Una entidad que se apiadó de la materia, que siendo caótica la ordenaba a través de las ideas. Concepto muy alineado con la analogía de la caverna de Platón.

“La Antigüedad explicada y representada en figuras” de Bernard de Montfaucon, la cual puede tratarse de una representación de demiurgo.

Más tarde en la era cristiana pasó algo muy fuerte que no solo dió origen a la definición de que hoy en día es el concepto occidental de crear y por ende de creatividad -crear: producir algo de la nada, ejemplo Dios creó el mundo, según la RAE-.

Esto crea un gran conflicto, incluso respecto de cuestiones relacionadas con las copias, el plagio y con los derechos intelectuales. En realidad esto fue un concepto sesgado por la creencia cristiana, dado que en esa época sólo Dios podía crear, y en tanto Dios cómo creador era el único ser que podía crear de la nada, el famoso creatio ex nihilo, es decir, crear de la nada.

En épocas siguientes la creatividad pasó a ser propia de los artistas y luego se extendió de manera transversal a todas las actividades humanas, pero el concepto de crear de la nada permaneció. Aunque como sabemos, en realidad, ningún humano puede crear de la nada.

En la era moderna, desde la perspectiva de la creatividad existen muchas referencias al concepto de original u originalidad, uno de los pioneros fue J. P. Guilford quien identificó a la originalidad cómo uno de los factores del pensamiento creativo.

Diccionario de creatividad de Ricardo Lopez Perez, dice:

En la literatura especializada se asimila la originalidad a lo singular, novedoso, diferente y único. Se habla también de lo estadísticamente poco frecuente, impredecible o que provoca sorpresa. Por último, dice relación con lo que está en el origen. Carl Rogers ha insistido en que la originalidad aparece únicamente, cuando una persona interactúa con otras personas, y los materiales y circunstancias de su entorno, desde su condición de ser único. No es fácil reconocer o calificar la originalidad, dado que para hacerlo siempre es necesario situarse en un contexto y establecer comparaciones. Algunos autores prefieren tomar como punto de referencia a la persona, y decir que hay originalidad cuando ocurre algo nuevo en su experiencia concreta. En el otro extremo, lo original sería aquello que es diferente a todo cuanto se conoce. La dificultad de lograr la originalidad con este último parámetro más exigente, ha provocado posiciones más escépticas que han llevado a decir que la originalidad no es sino un plagio no detectado, o bien una copia inteligente. La psicóloga cognitiva y especialista en inteligencia artificial Margaret Boden, afirma que una idea simplemente es novedosa cuando surge como resultado de normas generativas aplicables también a otras ideas, lo que la hace predecible, en tanto que una idea auténticamente original es aquélla que no puede ser anticipada en el contexto en que surge.

Es importante destacar algunos aspectos que hacen que la originalidad siempre sea un concepto subjetivo, dado que tenemos que enmarcarlo en un contexto o referenciarla a una persona. Otros conceptos cercanos a la creatividad cómo la novedad y el valor poseen la misma característica, es decir, son subjetivos.

David Perkins, en su libro Las obras de la mente se refiere a la originalidad:

“Las definiciones de crear y de creador son reconocidamente vagas, pero también inevitablemente vagas. Lo que queremos decir por ‘original’ y lo que queremos decir por ‘calidad’ varían radicalmente de un marco a otro; también se les juzgará de manera tácita, y no explícitamente dentro del contexto. Así, un anuncio de buena calidad es bueno por virtud de rasgos diferentes de los que dan buena calidad a una teoría astronómica o a un buen baile. Un anuncio original es original por virtud de rasgos diferentes de los que hacen original una teoría astronómica o una danza original. No es posible que una versión de ‘crear’ o de ‘creador’ pueda hacerse explícita acerca de las muchas normas parcialmente tácitas de originalidad y calidad que se aplican en diferentes contextos, especialmente porque la invención a menudo fija sus propias normas de calidad, llevando a las personas a descubrir clases de calidad de las qué antes habían estado casi inconscientes. Así son las cosas, y simplemente hemos de vivir con ellas”.

Acá pareciera que Perkins da una vuelta de rosca y va todavía más allá de lo subjetivo de la originalidad y refiere a que esta propiedad de subjetivo que tiene la originalidad al ser una especie de factor de valoración de las creaciones y los creadores -en este libro evita usar la palabra creatividad de manera deliberada- también es difícil identificarlos dado que la misma creación es la que fija las propias normas de calidad y originalidad.

Este tipo de cuestiones se ve claramente ejemplificado cuando la creación o invención -y si es adoptado, podemos decir, la innovación- es sobre una nueva categoría. El ejemplo por antonomasia en el mundo organizacional es el famoso caso del Cirque du Soleil.

Hoy en dia, con distintas prácticas de creación colaborativa, primeramente impulsadas quizá con el ámbito de la informática, en donde los ejemplos por antonomasia son Linux, Wikipedia cómo productos que fueron pioneros en ser creados de esta manera, estas prácticas están ampliamente difundidas hacia otros ámbitos, bajo el concepto “open” (abierto), la innovación abierta es un ejemplo de esto.

¿Qué podríamos concluir con todo esto?, bueno hoy es muy fácil encontrar conocimiento y/o inspiración para generar ideas, Internet allana el camino para eso, si comparamos con otros métodos anteriores. Podemos partir de un montón de ideas y en base al uso de distintas técnicas, realizar acciones y otras herramientas podemos crear nuevos aportes valiosos.

Entonces, ¿ya no existe la originalidad, todo es una copia, transformación, combinación y/o evolución de algo que ya fue creado, todo es un refrito? Veamos la visión del otro lado del mundo.

La mirada oriental

En china por ejemplo, el aprendizaje en el arte es copiando, y esta copia funciona cómo una señal de respeto al maestro. Esto que algunas veces se dice a modo de broma “no es una copia es un homenaje” en el otro lado del mundo es totalmente cierto.

“…Delacroix lamentaba que se abandonara el ejercicio de la copia cómo fuente inagotable y esencial de conocimiento…”.- Shanzhai. El arte de la falsificación y la deconstrucción en China by Byung-Chul Han.

En el libro antes citado aparecen distintos conceptos muy importantes respecto a la diferencia en la concepción de lo original que posee esta mirada oriental, entre ellos podemos destacar algunas de las más relevantes que más me llamaron la atención.

Bajo esta mirada, tenemos que “…la creación no es un acontecimiento repentino, sino un proceso dilatado, que exige un diálogo intenso con lo que ya ha sido para extraer algo de ello…”. Esto implica que si nos centramos en la originalidad cómo un requisito para la creatividad estamos de alguna manera desconociendo o borrando “lo que ha sido”, es decir, aquello anterior de lo que se extrae algo para crear otra cosa nueva.

Hay un concepto interesante que desde el mundo occiental nos puede librar de este desaire a “aquello anterior de lo que extraemos algo”, y es la criptomnesia, la cual se relaciona con una alteración de la memoria consistente en evocar un recuerdo y no reconocerlo como tal, de manera que la idea parece nueva y personal. Esto se da, de buena fe, en los casos de plagio involuntario.

Una anécdota interesante que se describe en el libro fue el encuentro entre Zhang Daqian (un pintor famoso considerado “el Picasso chino”) con justamente el mismo Picasso. Este encuentro fue interpretado cómo la cumbre entre el arte oriental y occiendetal. “Cuando se dio a conocer que las obras maestras antiguas eran falsificaciones suyas, el mundo occidental vio en él un burdo mentiroso. Pero para Zhang Daqian se trataba de cualquier cosa salvo falsificaciones”.

Encuentro de Zhang Daqian y Picasso

Toda la concepción de la mirada oriental, que en esta oportunidad la estamos centrando en China, a través del referido libro, se centra en varias ideas interesantes, una de ellas es la concepción de que “Lo viejo muere y se reemplaza por lo nuevo. La identidad y la novedad no son excluyentes. En una cultura en la que la reproducción constante se presenta cómo una técnica de conservación y mantenimiento, las imitaciones nunca pueden considerarse copias”.

Por qué esta idea es tan difícil de aceptar en este lado del mundo, después de todo, nosotros somos vivos ejemplos de esta concepción de que la identidad y la novedad no son excluyentes, todos los átomos de nuestro cuerpo se renuevan completamente cada 7 años, ¿seguimos siendo nosotros mismos o después de los 7 años de edad ya no somos originales?

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Me llamo Hernan, soy profesor universitario porque me gusta aprender, y la mejor forma de aprender es enseñar. #Creatividad #Humor #Innovación #Emprendedorismo