Acción creativa en el diseño

@mavromou
6 min readFeb 1, 2022

Este post esta basado en la traducción de una parte de los resultados del articulo académico “Creativity as action: findings from five creative domains” (Glaveanu, et al, 2013)

Cómo crean las personas que diseñan

Acción creativa en diseño

Los diseñadores comparten algunas similitudes importantes con los artistas, pero también algunas diferencias claras, como se puede observar más abajo en las figuras. Para empezar, el trabajo de los diseñadores tiene sus raíces en impulsos similares de “hacer” cosas, de “construir”, y también de “tocar”, de trabajar con las manos. La necesidad de crear y ser original y generar una “sorpresa” también fue señalada por algunos diseñadores, así como la necesidad de transformar, cambiar y experimentar.

Los diseñadores, también están motivados por el deseo de resolver un problema práctico y, a través de esto, responder a una determinada necesidad, proveniente de un cliente, lo cual es específico de ellos. Esta presencia, presión y guía que ofrece el resumen del cliente se mencionan casi universalmente. Los obstáculos reflejan esto hasta cierto punto y muchos discuten las limitaciones financieras y de tiempo impuestas a su actividad, así como las dificultades “técnicas” (falta de la tecnología adecuada y ser a veces “bloqueo”, falta de inspiración). También se mencionan los conflictos con los clientes como fuente de estrés, así como algunas limitaciones autoimpuestas (no ser demasiado “literal”, esforzarse por la simplicidad, etc.).

Representación esquemática de la actividad creativa en el caso de los artistas. Fuente: (Glaveanu, et al, 2013)
Representación esquemática de la actividad creativa en el caso de los diseñadores. Fuente: (Glaveanu, et al, 2013)

Al igual que los artistas, la mayoría de los diseñadores no trabajan todos los días según un horario y sienten la necesidad de alguna variación de su rutina diaria. Sin embargo, en algunos casos, la “disponibilidad” y las demandas externas organizan el proceso de trabajo y quienes tienen un ámbito fijo trabajan principalmente desde allí. Los diseñadores distinguen claramente entre trabajar para un cliente y trabajar para uno mismo, en el que el primero está mucho más limitado y viene con algunas pautas preestablecidas. Las etapas de hacer sin embargo, se puede distinguir en ambos casos como parten de una idea general y trabajan gradualmente hacia su “concretización”. Al igual que en el caso de los artistas, el trabajo parte de una idea, una “intuición”, el “embrión” de la forma final. Ciertamente, siempre que haya un briefing de cliente, se puede definir mejor la idea de partida, aunque no necesariamente es así.

La etapa de documentación es importante y, cuando el tiempo lo permite, bastante extensa (se la compara con “ir a comprar” elementos). Las primeras externalizaciones de ideas toman la forma de dibujos y bocetos, y son seguidas progresivamente por el modelado 3D por computadora y/o la maqueta física. A partir de estos pasos se perfecciona la forma y se van definiendo progresivamente varios de sus detalles.

La etapa de prototipo puede ser opcional pero en ocasiones es requerida, especialmente cuando hay margen para la “industrialización”. Suele ocurrir que los diseñadores presentan varias ideas al cliente y por lo tanto se realizan varios prototipos. El objeto final puede requerir la colaboración de técnicos y una presentación oficial al cliente. El repertorio de trabajo Los procedimientos involucrados en las etapas anteriores son extensos: amplificación, deformación, asociación de ideas, uso de alegorías, esquematización y simplificación, la reutilización de formas, pensamiento sintético y mucho cálculo. Los diseñadores tienden a tener un cuaderno con ellos en todo momento, porque las ideas pueden surgir incluso en medio de la noche. La gama de materiales utilizados también es impresionante e incluye, entre otros: papel, madera, cartón, arcilla, metal, vidrio, textiles y algodón, acero, espuma, cuero y plástico.

Esta atracción por la materialidad estuvo presente para muchos desde la primera infancia, cuando se dedicaban constantemente a hacer o crear cosas. Como en el caso de los artistas, las principales fuentes de sufrimiento antes de hacer están representados por el mundo y por otras obras. “La inspiración viene de todas partes”, y el “punto de partida” se encuentra caminando por la calle, leyendo, tomando el metro. Lo importante es siempre “mantener las antenas alerta”, estar “atentos” y “abiertos al mundo”, “coleccionar cosas” y “guardarlas” en un “banco” de ideas.

“La creación es, en definitiva, la reutilización de un cuerpo de cosas vistas, leídas, digeridas, y es la capacidad de reponer, o de entregar, de dar vida a esa memoria”.

Ir a museos y exposiciones es una parte vital de este proceso ya que uno se “alimenta” del trabajo de los demás. Se establece una relación especial entre el diseñador y el mundo de los objetos: “el diseñador está en lo concreto”. Formas de material en proceso a menudo se mencionan en las entrevistas, desde la necesidad de explorar los materiales, de “probar sus límites”, hasta las frustraciones que se experimentan al no “sentir” la tela. Las propiedades materiales están para descubrirlas, para aprender y volver a aprender con cada nuevo encuentro.

La etapa de maqueta es particularmente importante para esto, para “ver qué pasa”, cómo “reaccionan” los materiales. Solo a través de estos ensayos el diseñador puede llegar a adquirir “la inteligencia de los materiales”, a recordar su solidez, rigidez, flexibilidad o fragilidad, y saber exactamente qué se debe utilizar y cuándo. La actividad creativa de un diseñador es un juego de limitaciones, de accidentes “felices” y momentos de distanciamiento y reflexión.

La distancia también se logra a través de la mirada de los demás, amigos cercanos y colaboradores. Sin embargo, formas sociales de padecer, es la figura del cliente la que domina. En general, los diseñadores parecen tener una relación ambivalente con los clientes. Mientras que unos reconocen el poder de los clientes para decidir cómo se hace el trabajo y cuándo se termina, otros comentan la libertad del diseñador, por constreñido que sea, para decidir sobre la forma final y proponer alternativas. En última instancia, hay una interacción constante con el cliente, intercambios de ida y vuelta, especialmente al principio y hacia el final. Además, los diseñadores interactúan con los técnicos e ingenieros y con los consumidores. En este contexto, algunos comentan la falta general de reconocimiento de los diseñadores en la sociedad.

El trabajo creativo va acompañado de diferentes emociones. El comienzo del trabajo es emocionante pero muchas veces puede generar estrés y ansiedad debido a la presión externa. Habitualmente el trabajo en sí es disfrutable , marcado por el placer de crear, de “hacer”. Sin embargo, también puede haber ansiedad por posibilidades perdidas y una duda persistente sobre la dirección del trabajo. El final trae satisfacción, especialmente cuando el cliente está complacido. Aunque un “artista” nunca está realmente satisfecho y el producto final puede generar “gran sorpresa pero también grandes decepciones”. En general, el resultado se juzga en función de su estética y capacidad para abordar el problema.

Su valor es “relacional” y también lo es su origen: “Al final, el proyecto es una mezcla de la idea original y luego de las casualidades que nos encontramos, los encuentros, por así decirlo, positivo o negativo, con materiales, con técnicas”.

la idea de la La dinámica entre hacer y sufrir emerge claramente en esta cita, y en todas las referencias al trabajo como “ensayo y error”, como ir “poco a poco” en un casi “proceso experimental”. El concepto está ahí desde el principio pero no está completo, cambia y todavía no tiene forma. Todo es finalmente “un diálogo permanente entre el objeto y yo” que define la experiencia misma del diseño.

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@mavromou

Me llamo Hernan, soy profesor universitario porque me gusta aprender, y la mejor forma de aprender es enseñar. #Creatividad #Humor #Innovación #Emprendedorismo